Lanzamientos discográficos: 05 de octubre

                                                    Surco Viejo - Castellana  Kevin Muguerza el año pasado llevó a cabo un proyecto...

                                                  
Surco Viejo - Castellana 

Kevin Muguerza el año pasado llevó a cabo un proyecto llamado Almirante Ackbar. Entre letras divertidas, filosóficas, dolorosas, sinceras y duras, el joven rompió los modelos del rock contemporáneo nacional. A través del postpunk, indie rock, punk travieso, new wave y otros, se movió Sonidos Ultrasónicos y Audibles para Callar al Perro del Vecino, primera y, esperemos, no última, producción.
Pero no todo queda ahí. Hay más sufrimiento, hay más exploración. Surco Viejo , en su casa repasa letras, prueba y comprueba sobre sonidos que llegan a recaer en la naturalidad de la improvisación. Nada está planeado aparentemente, pero todo suena amable. Todo se vive o se deja vivir. Entre folk, ruido western, blues de la vieja escuela, etcétera. Así nació Pañolito de la Suerte.
Pero no todo queda ahí. Ahora, bajo el sello discográfico A Tutiplén Records, Kevin exhibe su capacidad compositiva. Castellana, entre el folk y el blues de armónicas, esconde frases como: "A veces te extraño cuando quiero impunidad". Dos minutos y cuarto son suficientes para caer. 


Actitud Modulada - Actitud Modulada 

La percusión latina junto al rock progresivo. Los sintetizadores a la par del timbre vocal latino. La identidad cultural y los sonidos espaciales. Todo en un solo espacio. Es que los experimentados músicos - Tavo Castillo, Daniel López Gutiérrez, Jorge Durand, Dante Oliveros, Alejandro Susti, Diego Sue y José Palacios - que conforman la banda peruana son los encargados de que la fusión funcione. Así, con la dureza de la percusión de Demon, en contraste con las teclas; la frescura desafiante de Metamorfosis y el ritmo afro de Cuerda Rasgada, hacen posible una destacada producción, por su horror al vacío. Debut con sonidos de aquí. 


Kikagaku Moyo - Masana Temples 

En Japón se hace buena música, no hay duda. Pura, nada mecánica. Influenciada con lo mejor del mundo. De este modo, los pelilargos de Kikagaku Moyo, no poseen etiqueta en el universo musical. Sus obras viajan desde la India a Cuba, desde los sesentas hasta los ochentas, desde la psicodelia hasta al heavy metal. No hay límites: usan guitarras, bajos, baterías, pero también el sitar y las congas. Un bolero nipón psicodélico es Nazo Nazo. El espíritu joven del indie rock está en Fluffy Kosmisch. El jazz se esconde en Orange Peel. Y el folk amaderado se manifiesta en Blanket Song. Con letras incomprensibles para los de habla hispana, pero de grandes melodías que forman un puente preciso con la instrumentación; vale la pena oír (y huir).  


Cat Power - Wanderer

Hay una influencia clara entre las féminas artistas de la última década: Cat Power. En Lana, Angel, Julia, Courtney, Florence, entre otras, está el alma de Charlyn, que desde la mitad de los noventas viene esparciendo un rock de corte melancólico. Concretamente, entre el indie rock, el folk y el desborde sentimental. Ahora, en el 2018, nos encontramos con una Cat que explora el pop - también melancólico - de los últimos años. Por ello, no es raro que sea respaldada por Lana del Rey en Woman, en su ataque contra el demonio de la separación sentimental, a ritmo de folk. El sonido remoto de las plantas de los pies de Charlyn, el piano que marca el pulso, las cuerdas de fondo, construyen una canción de título exacto. Stay habla de la incertidumbre: el pesar impredecible, el camino a una decisión. Así es que letra y música se hallan. 


Echo & The Bunnymen - The Stars, The Ocean, The Moon

Es inevitable. Extraño los agudos en las canciones de Echo & The Bunnymen. Alguna guitarra chirriante. Alguna voz que rompa lo llano. El eco del postpunk. Pero los tiempos cambian, la música cambia y la banda británica también decidió cambiar sus propias canciones. Con la atmósfera lunar pop con sintetizador de la nueva Bring On The Dancing Horses. La calma en las teclas de la contrastable The Killing Moon. El choque de las melodías orquestales con el rasgueo básico de guitarra de Seven Seas. El encuentro con el pasado postpunk, de guitarras - acaso - violentas que dan la bienvenida en The Somnambulist. La voz oscura y, en ocasiones, rasposa de Ian McCulloch. Hay motivos para introducirse a un nuevo espacio, comparar si se quiere, evaluar si se quiere, demoler si se quiere, disfrutar si se quiere. Una banda de culto puede jugar con sus obras. ¿Cómo sonará la nueva Lips Like Sugar?

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